La gente suele atacar a la religión por la moral no por acciones concretas que son comunes en toda la humanidad, como la hipocresía. 

Lo que atacan estos ateos por moda, enfermos, mal de sus facultades mentales, irracionales e inconscientes, egocéntricos y egoístas, no es los fallos y errores de las instituciones religiosas y la gente que las pervierte al desviarse de sus principios, moral y valores, sino la moral misma que regula el comportamiento para lograr un bien mayor en la vida del individuo y la sociedad.

Si atacan a la religión es porque se sienten amenazados por la moral, ya que la moral juzga el comportamiento como bueno o malo, dependiendo de sus consecuencias constructivas o destructivas sobre el individuo, los grupos y la sociedad. Es esa parte, el juicio sobre el comportamiento, lo que les hace sentirse personalmente atacados, y en consecuencia se ponen muy histéricos y agresivos en contra de la religión, en vez de valorar si el juicio de esa moral tiene algo de razón.

Si se dan cuenta, quienes atacan a la religión nomás porque si, es gente muy egocéntrica y egoísta que solo quiere hacer lo que se le antoje, destruir y destruirse cuanto quieran, causando cuántos males puedan,  sin que nadie les diga nada.

Lo que busca esta gente enferma e irracional es impunidad, más no señalar el error o la corrupción. No les importa nada más que evadir su dolor... Aquel que les causa su propia conciencia.